Los alrededores de Bilbao siempre han estado relacionados con las minas de carbón. En sus años de esplendor, estuvo ligado a un mundo industrial y ahora Bilbao pone en práctica un turismo y una restauración muy arraigada en esas tradiciones y raíces bilbaínas. Todos los platos de la carta de La Pizarra parten siempre de elaboraciones basadas en ese elemento fundamental con una tradición y temporalidad, dando un sabor característico. Por eso, piensan que el carbón es atemporal y define a Bilbao como sociedad, desarrollando así una gastronomía con carácter.